domingo, 7 de febrero de 2010

Tus hijos no son tus hijos

Esta poesía de Kahlil Gibran estaba colgada en una pared de la casa de mi infancia:


Tus hijos no son tus hijos

son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.

No vienen de ti, sino a través de ti

y aunque estén contigo no te pertenecen.

Puedes darles tu amor pero no tus pensamientos,

pues ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas,

porque ellos viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,

pero no procures hacerlos semejantes a ti.

Porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos, como flechas vivas son lanzados.

Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad.


A pesar de lo trillada que la volvió la repetición en afiches y señaladores, sigue siendo de una veracidad asombrosa.

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